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El tratamiento de piscinas con ultravioleta se basa en las propiedades desinfectantes de la radiación ultravioleta, así como su capacidad para eliminar las cloraminas, compuestos derivados del cloro responsables del característico "olor a piscina".
La capacidad desinfectante de la radiación ultravioleta es mucho más eficaz y rápida que la del cloro, por lo cual, se consigue la completa inactivación de bacterias, virus y protozoos que en muchos casos son resistentes al cloro.
Mediante este sistema se consigue la desinfección completa del agua del vaso de la piscina lo que supone un ahorro en el cloro utilizado para esta misma función. Asimismo, mejorará la calidad y transparencia del agua y se eliminarán las cloraminas desapareciendo por completo el olor a piscina.
Ideal para piscinas interiores en las que el consumo de biocida es superior a las piscinas exteriores y donde el olor a cloro producido por las cloraminas puede llegar a ser más molesto que al aire libre. La cantidad de oxígeno activo aportada no será muy elevada y su poder oxidante permite compenetrar la capacidad desinfectante de la radiación ultravioleta.