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Las instalaciones de producción y dosificación de dióxido de cloro funcionan por el procedimiento de clorito-ácido. En estas instalaciones se produce una solución de dióxido de cloro, ClO2, libre de cloro mediante la descomposición de clorito sódico con ácido clorhídrico.
Las décadas de experiencia con las instalaciones de dióxido de cloro han demostrado que es posible conseguir el extraordinario rendimiento del 90-95% (sobre la base de la relación estequiométrica) si se trabaja con los parámetros de procedimiento seleccionados.
La dosificación tiene lugar en la mayoría de las aplicaciones de forma proporcional a las cantidades, es decir, en función del flujo que detecta un medidor de flujo de contacto o inductivo, o de forma paralela a una bomba.
En sistemas de circuitos como máquinas lavadoras de botellas, circuitos de enfriamiento, etc., en los que se pierde dióxido de cloro que se debe reponer, esta adición puede regularse en función de una medición del dióxido de cloro.
Características